Me regala...

Se hace suave, dulce, se enternece, me enamora...
Es él, solo él, el que apareció bajo una rosa blanca, el que descubrió que el amor tiene luz de luna, que la risa y las caricias son la manera permanente que tiene el deseo. 
Descubro y descubre... y  se hacen pocas y muchas las horas de amor... Y me hace escribir, y me hace soñar y me siento una princesa o una diosa de Olimpo con su mirada. 
(Que pequeñas son las noches que no lo tengo dentro, que solo sueño en que él vendrá)
Que pequeña es la luz del sol cuando no me afirmo de su mano. 
Que dulces son las horas juntos y las miradas cómplices. 
Ven!, no me dejes jamás! ... te lo he dicho no hay un lugar en el mundo que no quiera conocer contigo. 
No hay tipos de besos que no quiera probar contigo...
No hay un cuerpo más perfecto que el tuyo a la hora de amar....